126 - Cuando subir la dosis no es una tragedia, sino el paso que faltaba
Subir la dosis no es perder el control. Es recuperar el equilibrio. Y sí, se puede hacer sin perderte a ti en el proceso.
¡Bienvenid@ a Tranquila-Mente!
Hoy hablamos de ese momento que llega en muchas consultas y que suele provocar cierto pánico silencioso: la subida de dosis.
Quizá estabas empezando a notar mejoría. Quizá ya habías hecho las paces con tu tratamiento. Y de repente: “vamos a subir un poco”. Te entran las dudas, las alarmas y la sensación de que estás cruzando una línea invisible.
Pero hoy te explicamos por qué esa subida puede ser justo lo que te falta para mejorar del todo, cómo afrontarla sin miedo y, sobre todo, cómo saber si está funcionando o no. Porque en esto, como en todo, el equilibrio no siempre está en la primera receta. Y afinar el tratamiento es parte del proceso.
Y si después de leerlo te siguen asaltando las dudas…
👉 quizá es el momento de pedir visita y revisar, juntos, si ese paso es el adecuado para ti.
Editorial-Mente
La subida de dosis: ¿mejoraré o me convertiré en una caricatura de mí mismo?
Hay un momento clave en todo tratamiento farmacológico: ese en el que te dicen que hay que subir la dosis. Y aunque suene clínico, neutro y lógico… tú lo escuchas como si te propusieran probar plutonio.
Porque claro, si con la dosis actual ya notabas “cosas”, ¿qué va a pasar ahora?
¿Dormirás 16 horas? ¿Llorarás con anuncios de yogures? ¿Te reirás solo en el metro? ¿Perderás el filtro verbal en reuniones familiares?
En resumen: ¿vas a mejorar… o te vas a desdibujar?
Este miedo es más frecuente de lo que parece.
Y hoy hablamos de eso: de por qué a veces subir la dosis no es un castigo ni un experimento, sino un paso necesario para que el tratamiento, de verdad, empiece a hacer lo que tiene que hacer. Porque no se trata de dejarte KO, ni de anestesiarte emocionalmente, ni de convertirte en una versión low cost de ti mismo. Se trata, simplemente, de ajustar el volumen del tratamiento a la intensidad de los síntomas. Sin exageraciones, sin zombificaciones… y sin caricaturas. 🧠💊
Depresión Online: Porque No Todo se Arregla con "Échale Ganas"
¿Cansado/a de consejos tipo “tienes que ser más positivo”?
¿La ansiedad o la depresión te están complicando más que un lunes por la mañana?
Tranquilo/a, aquí no te vamos a decir que todo se soluciona con yoga y té verde.
Somos profesionales de la salud mental, y estamos aquí para ayudarte de verdad.
Por qué nuestra consulta online puede ser lo que necesitas:
Sin Drama, Sin Desplazamientos: Te atendemos desde tu sofá (o tu coche, no juzgamos).
Espacio Seguro: Aquí puedes ser tú mismo/a, sin filtros ni prejuicios.
Atención Experta: Psiquiatras que saben lo que hacen, te escucharán sin reproches y no te hablarán más de la cuenta.
Horarios Flexibles: Porque sabemos que hasta sacar tiempo puede ser estresante.
Tratamientos Personalizados: Nos basamos en ciencia, no en frases de taza de café.
📆 Reserva tu cita hoy y empieza a sentirte mejor.
🖱️ Haz clic aquí para dar el primer paso:
🌟 No es magia, es salud mental. Y funciona.
El Tema del Sábado
La subida de dosis: ¿mejoraré o me convertiré en una caricatura de mí mismo?
Recibes la noticia: “Vamos a subir un poco la dosis”.
Y aunque el psiquiatra lo diga con voz tranquila y cara de rutina clínica, tú ya estás viendo venir el apocalipsis farmacológico.
Porque subir la dosis, en la cabeza de muchos pacientes, suena a cruzar una línea.
Como si hasta ahora estuvieras “medio medicado” y a partir de aquí ya pasaras al nivel pastilla total, versión extendida, con efectos especiales incluidos. Y entonces surgen todas las dudas:
📌 ¿Qué miedo nos da una subida de dosis?
“¿Y si me cambia la personalidad?”
“¿Y si me apaga las emociones?”
“¿Y si ya no soy yo, sino yo pero con retardo?”
“¿Y si me deja sedado, atontado o empanado (técnicamente llamado enlentecido)?”
“¿Y si acabo en una espiral de subidas infinitas?”
💡 Spoiler: ninguna de estas cosas debería pasar si el tratamiento está bien ajustado.
Subir la dosis no es subir el volumen emocional a lo loco, ni dar un paso hacia lo “crónico”, ni una forma de rendirse. Es como afinar un instrumento: si suena bajo, no lo estás escuchando. Si suena demasiado alto, distorsiona. Pero en el punto justo… hace su trabajo.
🔍 ¿Por qué se sube la dosis en psiquiatría?
Porque la dosis inicial era solo eso: inicial.
Porque el cuerpo necesita un nivel mínimo de principio activo para hacer efecto real.
Porque el cuadro clínico lo exige: no es lo mismo una distimia que una depresión mayor.
Porque la tolerancia ha mejorado y ya puedes dar un paso más sin efectos adversos.
⚠️ ¿Qué puede pasar tras la subida?
Que no notes nada los primeros días (normal).
Que te sientas algo más inquieto, somnoliento o extraño (también normal).
Que mejores de verdad a las dos-tres semanas (ideal).
Que te dé miedo que esté funcionando (sí, esto también pasa).
🎯 Y si algo va mal: se revisa. Punto.
Una subida de dosis no es irreversible. No es un camino sin retorno. Si algo no va bien, se ajusta. Se corrige. Se escucha al paciente. Y se encuentra el punto exacto donde el medicamento ayuda… sin estorbarte.
👉 ¿Y si tienes dudas, miedo o sientes que no estás en la dosis adecuada?
Pide visita. Háblalo. No te calles por miedo a parecer exagerado. Porque en psiquiatría, la clave está en el ajuste fino, y para eso estamos los especialistas. Ni zombis, ni caricaturas. Tú, pero con menos síntomas y más calidad de vida.
Y hasta aquí por hoy.
La semana que viene más.
Y mejor.
O no…
Pero más, sí.
Déjame comentarios si quieres, es una manera fácil de abrir los temas a otras personas y aprender más sobre ellos. Hazlo aquí:
Si este texto te ha gustado y crees que le puede interesar a alguien más, compártelo sin ningún tipo de problema:
Y si te has llegado aquí sin ser suscriptor y quieres recibir cada semana la newsletter, es tan fácil como hacer click aquí:
Que pases una buena semana.